María Susana Azzi analiza el crecimiento de la obra del músico que nació en Mar del Plata en 1921. Su influencia en este siglo, la aceptación de su música y la admiración que despierta en otros artistas.
Mick Jagger toca Piazzolla en su piano. Charlie Watts quedó perplejo al ver una muestra de fotos del artista argentino. El bajista de Red Hot Chilli Peppers, Flea, twiteó en 2016: “Astor Piazzolla rockeás mi mundo”.
Tres ejemplos de la expansión de la música de Astor que, en palabras de María Susana Azzi, se convirtió en universal y crece a medida que avanza el siglo XXI.
Antropóloga cultural, Azzi es la co-autora de “Astor Piazzolla. Su vida y su música” (El Ateneo), junto a Simon Collier. Se trata de un libro que apareció en 2000, escrito primeramente en inglés, luego traducido al español, coreano, japonés y polaco y recientemente al italiano. Acaba de presentarlo de manera virtual en el Conservatorio Cherubini de Florencia, Italia, país en el que habían nacido los cuatro abuelos del artista.
“Hemos sido privilegiados con el timing de la investigación original y la realización de esta biografía“
“Quizás el más revelador de todos los tributos es el que homenajea los vínculos familiares de Piazzolla con Italia. Se inauguró una pequeña plaza en el centro de Massa Sassorosso. Se le dio el nombre de ‘Largo Astor Piazzolla’, a corta distancia de la casa donde vivieron los abuelos maternos de Piazzolla, y de la iglesia donde se casaron antes de emigrar a la Argentina”, recuerda la escritora.
Como muestra de que el material sobre Piazzolla está vivo, se actualiza y se reinterpreta aún en el presente, en 2018 editó una segunda edición que contiene más información “intercalada a lo largo del libro”, incluyó más discografía, agregó datos sobre algunas compañías de ballet que bailan su música e información sobre el archivo del coleccionista Édouard Pécourt, donado a la Universidad de Santa Bárbara, en Estados Unidos.
“Su música no era considerada tango; hoy, el género tango no estaría completo sin Piazzolla”
Incluso entrevistó a Gidon Kremer, violinista letón que es considerado uno de los intérpretes más importantes de la obra de Piazzolla. Además, “hay obra de Piazzolla que fue descubierta últimamente; (para la segunda edición) utilicé archivos de diarios, información confiable y chequeada por Internet, existen nuevos libros sobre” el artista.
“Es un libro más complejo”, observa Azzi, en una entrevista con LA CAPITAL y cuenta que llegó a Piazzolla motivada por el interés sobre la inmigración europea en Argentina. El tango, como una de las primeras manifestaciones de los recién llegados a Buenos Aires, la condujo inevitablemente al universo del músico, que nació en Mar del Plata en 1921.
“En el 2000, Piazzolla era un músico reconocido. En el 2021, Piazzolla es un músico universal”, concluye Azzi tras su ardua investigación, que contiene doscientas sesenta entrevistas y fue realizada entre 1995 y 1999. La autora tiene, además, otros títulos sobre el tango e integra la Academia Nacional del Tango.
“Desde el año 2000, cuando esta biografía fue publicada por Oxford University Press, lamentablemente, algunas personas han fallecido: mi amigo y co-autor Simon Collier; Dedé Wolff, la primera esposa de Piazzolla, Diana Irene Piazzolla, su hija; el poeta Horacio Ferrer. Alrededor de setenta personas que nos ayudaron con información sobre la vida y la música de Astor Piazzolla han fallecido. Hemos sido privilegiados con el timing de la investigación original y la realización de esta biografía“, destaca.
Para Azzi, la trascendencia de la obra piazzolleana se extiende al siglo XXI y llega a transformar a nuevos exponentes. “En la Argentina, gradualmente, su nuevo tango ha ganado aceptación, y su música ha influenciado a una nueva generación de compositores de tango. Durante gran parte de su vida (falleció en 1992), su música no era considerada tango; hoy, el género tango no estaría completo sin Piazzolla”.
Y evalúa: “La visión musical del tango de Piazzolla se ha expandido y multiplicado; desde lo local hacia lo global para regresar a ser local. El fenómeno de la globalización lo ayudó al permitir que su música sea de todos, y no pertenezca a un solo grupo“. Por eso lo entiende como un artista “policlasista”.
En ese sentido, reconoce que su expansión no tiene techo y abarca a “músicos clásicos, de jazz, rock y de tango de todo el mundo. Sus canciones han sido adaptadas para coro, y son frecuentes las adaptaciones para diversos instrumentos y ensambles”.
-¿Qué fue lo más sorprendente de la investigación?
-La profunda admiración por Astor Piazzolla que encontré entre las personas que lo conocieron en la Argentina y en otros países de Europa y las Américas.